La iglesia fue conformada inicialmente por misioneros.
La primera orden religiosa en llegar a la Nueva España: los franciscanos, continuaron los dominicos, más tarde los carmelitas y otras misiones, finalmente los jesuitas.
El papel ideológico de la iglesia era evangelizar a los indígenas para lograr su tatal obediencia, así como dominar la vida social y política en la Colonia para que los soberanos españoles tuvieran mejor control.